Jornadas 4×3 en Costa Rica: ¿flexibilidad o retroceso?

Panorama Digital
Panorama Digital
Jornadas 4x3 en Costa Rica: ¿flexibilidad o retroceso?
Cargando
/

En Costa Rica se discute en la Asamblea Legislativa el proyecto de ley 24.290, que plantea un cambio importante en la forma en que organizamos el trabajo: la llamada jornada 4×3. Bajo esta modalidad, las personas trabajarían cuatro días a la semana, en turnos de 11 horas y 15 minutos —con posibilidad de llegar a 12 horas—, a cambio de tres días consecutivos de descanso.

Los defensores de la propuesta aseguran que este sistema podría aumentar la productividad, dar más tiempo libre y ofrecer una forma moderna de organizar el trabajo. De hecho, algunas encuestas muestran que muchos trabajadores jóvenes la ven con buenos ojos, pues valoran la posibilidad de tener más días para la familia, el estudio o proyectos personales. Desde el punto de vista empresarial, se destaca la eficiencia operativa y la reducción de costos que implicaría concentrar la jornada.

Pero no todo es positivo. Organizaciones sociales, sindicales y académicas advierten que las largas jornadas podrían afectar la salud física y mental de los trabajadores, además de reducir el pago de horas extra en comparación con el modelo actual. También existe el riesgo de que esta supuesta voluntariedad se convierta en una obligación, debilitando la capacidad de negociación. Y hay un punto clave: el impacto en personas con responsabilidades de cuidado, en mujeres, en adultos mayores o en quienes estudian después de trabajar.

Los costarricenses comprometidos con la Patria, como los diputados (as) escogidos para legislar a favor de las mayorías, deberían consultar con sus bases, para asegurarse de que cualquier reforma laboral debe respetar los derechos adquiridos y garantizar condiciones justas para todos. Es decir, si la jornada 4×3 se aprueba, debe ser opcional, adaptada a las capacidades de cada sector y, sobre todo, debe incluir parámetros especiales para las pequeñas y medianas empresas, que podrían tener más dificultades para implementarla.

La discusión no debe caer en el falso dilema de “modernización” contra “resistencia al cambio”. Lo que está en juego es el modelo laboral que queremos como país, en un estado de derecho. Uno que ponga en el centro el bienestar y la equidad, o uno que priorice la productividad a cualquier costo. Es importante cuantificar cuántas empresas realmente se van a beneficiar de este cambio y si hay un verdadero beneficio para los trabajadores.

Por eso hacemos un llamado a un debate serio, plural, objetivo y responsable. Que se escuchen todas las voces, que se legisle pensando en el bien común y no en intereses particulares. La jornada 4×3 puede tener cabida en ciertos sectores, pero solo si se construye con consenso social y con reglas claras que eviten abusos y protejan la dignidad laboral que ha distinguido a Costa Rica.

Los comentarios están cerrados.