Nuevamente, las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa

Panorama Digital
Panorama Digital
Nuevamente, las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa
Loading
/

Se reitera que por reforma constitucional del artículo 116 de la Constitución Política, hecha en 2020, se variaron las fechas para las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa.  La definición es por excepción.  La técnica constitucional, antes y en la actualidad, determina los períodos de sesiones ordinarias y queda entendido que en los otros períodos el Poder Ejecutivo podrá convocar las sesiones extraordinarias. 

La sesiones ordinarias, igual que antes, son de seis meses, en dos períodos de tres meses. Anteriormente, estaban señaladas de mayo a julio, primer período y de setiembre a noviembre el segundo. La reforma preceptúa que ahora los dos períodos de ordinarias corresponden de agosto, a octubre primer período y de febrero, marzo a abril, el segundo período. 

La idea principal de la reforma era permitir al Poder Ejecutivo, a través de la convocatoria a sesiones extraordinarias, tomar la agenda legislativa e impulsar los proyectos de su interés luego de la sesión formal del primero de mayo.  Es un hecho que en el actual período constitucional tal posibilidad no funcionó como se esperaba, según el espíritu de la reforma.  El Poder Ejecutivo no contó con la experiencia o con la agenda legislativa idónea, quizás por tratarse de equipos nuevos.

Pronto, en noviembre de 2023, podrán convocarse nuevamente sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa por parte del Gobierno. El Poder Ejecutivo convoca y, por tanto, dispone de la agenda. Ya ha tenido tres oportunidades.  Viene la cuarta y la última del segundo año. 

¿La aprovechará?  ¿Servirá esta oportunidad o se llevará el pulso entre los Poderes de la República a su máxima presión? 

Proponemos, esperanzados, que en lugar de continuar con las comentadas polaridades, el Poder Ejecutivo aproveche la compartida agenda de seguridad y, de consuno con los demás Poderes de la República, muestre voluntad para mejorar la situación nacional en tan importantes asuntos.

Tal vez sea oportunidad para que dé prenda de un inequívoco interés por los asuntos principales, en lugar de atizar la hoguera del conflicto y la bronca.

También, en plan de mejorar las relaciones públicas y políticas, quizás pueda el Ejecutivo convocar algunos proyectos y trabajos de interés general de las demás fracciones, en tanto, no estorben la agenda de seguridad y abonar gestos de buena voluntad y mejor entendimiento.

No se trata de soñar, sino de leer signos de los tiempos y las oportunidades.

Los comentarios están cerrados.