La radio en el carro

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La radio en el carro
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Estamos pegados en una presa de esas comunes en nuestro país, estamos apurados, cansados, molestos. En ese momento encendemos la radio y está nuestro programa de humor favorito, la canción que nos gusta o alguien nos ofrece una reflexión que nos ofrece calma y un poco de paz.

Estamos seguros que esa escena le es común a más de un oyente. La radio nos pega “la salvada” en medio de las presas.

Imagínese que hay estudios que señalan que los ticos pasamos, en promedio 40 días del año, “pegados” en presas… por dicha existe la radio en el carro.

La historia de la radio en el auto comenzó en el año 1922, aunque tardaría varias décadas en generalizarse su uso-

En ese año Un hombre llamado George Frost desarrolló un prototipo de radioreceptor compacto que podía ser manipulado usando dos botones giratorios. El invento de Frost se colocó en un Ford Modelo T, el más popular del planeta por aquel entonces.

En 1927 fue la empresa Philadelphia, la que empezó a comercializar unos radios compactos y pequeños con la intención de que fueran incluidos en los vehículos, pero eran muy pesados y por ello no tuvieron buena aceptación.

En 1930 se presentó otro modelo, el cual era más liviano, pero tenía otro problema, su precio. Ese radio tenía un valor entre unos 110 y 130 dólares, lo que costaba un carro en aquel tiempo.

Los intentos continuaron y en Alemania, la marca de equipo electrónico  Blaupunkt llegó a un acuerdo con la compañía fabricante de carros, Studebaker para ofrecer una radio instalada en sus modelos más exclusivos.

Ya en la década del cuarenta más modelos populares contaban con una radio, aunque aun eran aparatos muy simples.

En 1963, Delco Remy, Ford y Motorola presentaron los primeros radio para carro capaces de recibir AM/FM y en 1966 Philips lanzó la primera radio de auto capaz de reproducir casetes con lectura por las dos caras.

El mayor avance de la radio en el automóvil durante los años 70 fueron los radio extraíbles, que eran muy útiles para evitar robos. Y bueno, a finales de los 80, llegaron los reproductores de CD que introdujeron el sonido digital en el automóvil.

Luego llegaron los radios que se podían programar y los que incluían la opción de colocar una lleva maya con música; en la actualidad ya no podemos hablar de carros con radio, sino con centros de entretenimiento e información.

Pero la radio sigue siendo la reina dentro de las presas, eso sin dudarlo.

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