Intromisiones chavistas en Costa Rica

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Intromisiones chavistas en Costa Rica
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Una de las principales características, que tienen los países bajo el zapato de los tiranos, es la de buscar enfocar la mirada del público hacia afuera de su país, para que así pueblo no preste atención a la ineptitud con la cual conducen sus países. Venezuela es un desastre total, porque Nicolás Maduro ha demostrado ser completamente incapaz de tan siquiera ejercer las bases más elementales de gobierno en un país. No es de extrañar que el Canciller venezolano critique lo ocurrido con la huelga en nuestro país y que ofrezca a Maduro para mediar, pese a que nadie le ha llamado.

El inmenso daño de la huelga es evidente en todos los lados del espectro político. Personas tanto de izquierdas como de derechas están conscientes del grave daño que la huelga ha generado al país. Sin importar si algunos tribunales consideran que no hay ilegalidad, la existencia de los artículos 61 de la Constitución Política y 375 del Código de Trabajo establecen la prohibición rotunda de huelga en los servicios públicos. Las huelgas fueron concebidas para que los empleados presionen a los patronos cuando exista una violación a los derechos laborales, no por razones políticas.

Más allá de esas consideraciones, la situación atañe a lo interno del país, no al Canciller de Venezuela, ni a Nicolás Maduro. Los costarricenses hemos demostrado que tenemos la inteligencia y democracia necesarias para resolver nuestros problemas, sin necesitar intervención extranjera, mucho menos de chavistas que se han dedicado a empobrecer a su pueblo; hasta el punto de llevarlo a hambrunas similares a aquellas imágenes que los medios de televisión transmitían con niños muriéndose de hambre en Somalia y Etiopía, hace años. Jamás nos habríamos imaginado que esto mismo ocurriría en un país de Iberoamérica y todavía menos en Venezuela, una de las naciones más ricas.

La enfermedad chavista es evidente a lo largo y ancho de Venezuela. El hecho de que la Canciller costarricense no se haya sumado a la denuncia penal a Nicolás Maduro, ante la Corte Penal Internacional como lo había prometido, no significa que el resto de costarricenses aplaudamos o apoyemos las barbaridades y crueldades que comete Nicolás Maduro con los gorilas del Servicio Bolivariano de Inteligencia, SEBIN.

No queremos a los chavistas en Costa Rica. Iberoamérica ha dicho no al chavismo y a su corriente de influencia y poco a poco más y más países se suman a la cruzada contra la nefasta ideología chavista, que tanto mal ha hecho a tantos países.

Somos la segunda democracia en el mundo y en nuestro seno se encuentra la sede la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Al Canciller venezolano sería bueno recordarle que antes de pensar en ver la basura en el ojo del vecino, sería bueno que viera la paja que tiene en el ojo propio.

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