¿Ahora también nos quieren violar nuestra privacidad?
El gobierno ha vuelto a quedar al descubierto, con un decreto que publicó sobre lo que pareciera ser más que una agencia de recolección de datos, una agencia de espionaje instalada nada más y nada menos que en Casa Presidencial, en el Ministerio más político del gobierno como lo es el Ministerio de la Presidencia.
Para colmo de males, el gobierno quedó evidenciado en su mentira cuando dijo que el decreto de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos, UPAD, fue aprobado por el MIDEPLAN, pero este lo desmintió.
No es posible que el Ministro de la Presidencia diga no acordarse si las computadoras de dos de los analistas mencionados en prensa, por este tema de la UPAD, eran de ellos o del gobierno. ¿Acaso piensa el señor Ministro de la Presidencia y el diputado que también así lo manifestó, que todos los costarricenses somos unos incautos como para tragarnos ese cuento?
Gobernar no es exigirle a la Caja Costarricense de Seguro Social que entregue datos confidenciales de sus usuarios. Gobernar no es pretender subestimarnos la inteligencia diciendo que se estaba usando un programa de inteligencia empresarial, para la recolección de datos en computadoras, que no tienen la capacidad para procesar datos tan amplios y específicos, como las bases electorales de las iglesias neopentecostales. Gobernar no es que se caigan los servidores de Casa Presidencial, como tratando de evitar que las personas tengan acceso a la información.
Aunque a más de un aspirante a faraón y, faraón en el poder, quisieran que no fuera así, este es un Estado de Derecho y los ciudadanos no queremos que ningún gobierno tenga acceso a nuestros datos personalísimos, al estilo de los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Quienes quieran otra Venezuela en nuestro país, que se vayan para allá o a Cuba, no en Costa Rica. Eso sí, cuando vayan a esos países, que lo hagan sin sus BMW pagados por los contribuyentes, sin sus abultados sueldos universitarios, ni pensiones abusivas.
Libertad solo hay una y se defiende a capa y espada. El Estado de Derecho se defiende con la vigilancia ciudadana y ya va siendo hora de que el Ministerio Público actúe con objetividad e imparcialidad. Cuando se trata de un ex Presidente del partido de oposición, el Ministerio Público no duda en perseguirlo por más que los jueces desestimen los procesos una y otra vez, pero cuando se trata de un ex Presidente del PAC y un ex Ministro de Hacienda, el Ministerio Público parece que arrastrara los pies y entre una larga y otra corta no nos dice nada.
Necesitamos respuestas claras, porque pareciera ser que solo algunos son más iguales ante la ley que otros.
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