Votar y así cumplir como ciudadano y con Costa Rica

En nuestras manos existe la posibilidad de seguir elegiendo en libertad, cada cuatro años, al presidente de la República, dos vicepresidentes y los nuevos miembros de la Asamblea Legistativa, según lo dicta nuestra Constitución Política de Costa Rica, no solo es un derecho ganado por otros; por lo que, es todo un privilegio y obligación. Es muy importante prepararse para participar muy responsablemente el próximo primer domingo de febrero 2026.
Llevamos más de tres años, lamentablemente, escuchando un discurso muy confrontativo, divisionista y hasta si se quiere a desconocer nuestra Institucionalidad, base fundamental de todo estado de derecho y el nuestro no es la ecepción. Este tipo de mensaje le hace grave daño a nuestra democracia y a Costa Rica. Ciertamente hay tarea importante por delante que realizar para mejorar nuestra democracia pero no es el camino correcto, meter lo malo con todo lo bueno e importante logrado a través de tantas décadas de democracia eficaz.
Hay que hablarle mucho a los jóvenes, en los hogares, sobre la responsabilidad cívica y social de ser parte de la historia política, de ir a votar. Quizás esta población juvenil en una gran mayoría, vea con indiferencia su realidad de ser libre y soberano porque simplemente ha vivido así siempre. No se han tenido que preocupar por defender ésta sagrada libertar de elegir y hablar sin miedo, sobre cuál es su candidato o partido de preferencia.
Deben aprender a ser agradecidos con Costa Rica, ya que aquí se inscriben los partidos políticos que quieran, cumpliendo los requerimientos pertinentes señalados rn el Código Electoral, y no por esta pretensión, persiguen o matan a quienes aspiran a gobernar.
Es deber de todo elector estudiar los programas de gobierno, leer entrelíneas los decires y valorar las actuaciones de los distintos candidatos, manteniendo siempre el sentido crítico, pero respetuoso, para no caer en fanatismos, que lleven al irrrespeto a los demás.
Tampoco se vale fanatizarse, insultar o sanatizar a los contrarios. Ni dejarse llevar por discursos de odio, mal entendidos, usar palabrotas o gestos insultantes, pues no dan cuenta de madurez para gestionar un país. Esto no se vale para nuestra democracia y para Costa Rica. Hay que respetar. No ver como enemigo al vecino por ser de un color político distinto, ya que esto trasgrede la libertad de expresión, degrando al sistema democrático.
Ultimamanete hemos visto demasiada violencia al respecto, tal como autoridades políticas haciendo gesto de “sacar el dedo malcirado” en las cámaras, así como la famosa palabrota “Hp” invitándo a corearla en plena reunión.
Las próximas elecciones deben ser una ocasión para tratárnos bonito, a lo tico. Con un típico “Dios me lo bendiga y saludos a su familia”, o un “¿todo bien. Pura vida?”, o “ ¡vio que vacilón, perdimos ayer, pero ahí vamos, en la próxima…!”
Por todo esto y mucho más, mejor es decirle SÍ a la Patria y a Costa Rica y seguir haciendo historia con nuestra robusta democracia.
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