Así sufren muchos niños de nuestro país
Miles de niños en nuestro país y el mundo se ven severamente afectados por la violencia familiar. Con gran dolor se puede escuchar a una niña explicar cosas como: – Y yo le hice caso a mi mamá cuando me dijo que cada vez que mi papá le empiece a pegar a ella, salga corriendo con mi hermanita menor de meses, a casa de mis abuelos a pedir ayuda para que no la mate.
-Yo, le hice así pero me devolví a la casa porque tenía miedo por mi mamá. Entonces me metí diciendole a papi que la deje por favor, entonces él me mando una gran patada en el pecho y me caí.-
-Por dicha, llegó mi tío y mi abuelo. Le pudieron quitar el cuchillo, y llegó la poliocía. Me llevaron al hospital y viera…ahí estaba también mi papá, pero con la policia a la par. Me dío una lástima y lloré mucho. Lloro por mi mamá que la maltrata siempre, pero también quiero a mi papá. Me da lástima-.
-A veces él es bueno, somos muy pobres. Y cuando puede vender algunas verduras o frutas que encuentra en el campo, nos traé comida y algún confinte. Lo malo es que toma y fuma drogras. Si no fuera por eso tal vez no se volvería malo con mi mamá y con nosotros. Porque no siempre era así. No lo volví a ver.-
Vemos en este caso a una niña a la que se le arrebató la posibilidad de tener una infancia feliz. Ser protegida, en un espacio libre de juego y desarrollo.
Viven otra realidad, deben hacerse adultos a la fuerza, en medio de violencia y drogas. Son tantos los niños que viven así, o peor. Hay horrores de agresión y violencia en nuestros niños inimaginables.
Según estudios al respecto, los niños que son testigos de la violencia doméstica o que son víctimas de abuso tienen un riesgo grave de tener problemas de salud mental, y física a largo plazo, además de ser violentos en sus relaciones futuras.
Adolescentes con comportamientos peligrosos como mantener relaciones sexuales sin protección, ingerir drogas o alcohol. Mantienen baja autoestima, no puedan hacer amigos con facilidad, inician peleas o acosan a otros. Son más propensos a meterse en problemas.
Las consecuencias de la violencia, drogas, y alcohool en los hogares se reflejan cada día más en las aulas de nuestro país. Normalizamos la violencia en todos las áreas del desarrollo infantil.
¿Y qué estamos haciendo por ellos cómo sociedad? No es justo que las cosas sigan así.
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