Costa Rica reconoce y agradece el aporte artístico y cultural a Lucho Barahona

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Costa Rica reconoce y agradece el aporte artístico y cultural a Lucho Barahona
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Recientemente, la Asamblea Legislativa aprobó mi iniciativa en la que se otorga la distinción de Ciudadano de Honor al actor, dramaturgo, director y maestro  Luis Alberto Barahona Rivera, conocido como Lucho Barahona.

Lucho nace en Santiago de Chile el 2 de febrero de 1931; acogió la nacionalidad costarricense por naturalización.  Emigró a Costa Rica, tras el golpe militar en 1973, junto con sus compañeros Bélgica Castro, Alejandro Sieveking y Dionisio Echeverría.   Al igual que otros artistas suramericanos.

El teatro se ha distinguido, junto con otras ramas de la cultura, en ser la voz del pueblo ante regímenes totalitaristas. Donde artistas, como Lucho Barahona, ponen en riesgo sus vidas, y deben huir de su país natal; abandonando amigos y familia.

A inicios de los años 70, el arribo de una importante cuota de artistas suramericanos, especialmente de Chile, contribuyó y fortaleció el patrimonio cultural costarricense. En este caso, el desarrollo del teatro independiente y de las artes escénicas.

A su llegada, doña Graciela Moreno, entonces administradora del Teatro Nacional (TN), les ofreció el patrocino de obras café-concert en la cafetería; iniciativa que tuvo gran acogida dentro del público, que comenzaba a tener una mayor cercanía con la cultura teatral.

Por ello, quienes disfrutaron esos montajes, les sugerían que buscaran tener una sala propia. La reconocida escritora, Carmen Naranjo, encaminó los enlaces con el sistema bancario; y, a través del Banco Nacional de Costa Rica, obtuvo un préstamo para alquilar un local que se convirtió en el histórico Teatro El Ángel en Cuesta de Moras; años después pasó a ser de su propiedad. Posteriormente, fundó y abrió en San José, el Teatro Lucho Barahona.

La trayectoria de Lucho es muy extensa, sobre todo por el apoyo que ha brindado a los grupos independientes. A sus 92 años, se le reconoce su enorme labor, en especial el movimiento robusto hacia el teatro independiente y a la televisión; ser guía y maestro de nuevas generaciones de artistas, muchos de gran renombre. Profesionalizó la actividad teatral, aportó fuentes de trabajo mediante las diversas obras que escribió, produjo y dirigió, en medio siglo de exitosa carrera.

Entre sus frutos, plasmados a largo de 50 años, están 28 obras que se destacó como actor; 45 como director, 30 como escritor o en que participó adaptando los textos, y 10 como productor. 

Con profunda emoción y orgullo, me complace que Costa Rica puede decirle a Luis Alberto Barahona Rivera: “Muchas gracias, Lucho Barahona por su gran aporte a la formación teatral de nuestro país”

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