¿Y por qué solo tendría el Estado que vacunar a las personas?

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¿Y por qué solo tendría el Estado que vacunar a las personas?
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La salud de las personas no debería ser un tema para beneficiarse políticamente, en especial en el medio de una pandemia. Por ello, es importante que las personas puedan vacunarse en farmacias privadas y que, quienes realmente no tengan los recursos, sean vacunados por la Caja Costarricense del Seguro Social.

El gobieno ha manifestado su anuencia para que la medicina privada participe en el proceso de vacunación; sin embargo, la evidencia práctica nos dice otra cosa.  Algunos podrían argumentar que hay razones ideológicas para evitar la participación del sector privado, aunque a este comentarista le luce que más bien podrían responder más a posibles motivaciones electorales; porque si solo la Caja vacuna, el PAC podría decir que la vacunación de la población fue por ellos y así buscar beneficiarse en la campaña electoral.

Estados Unidos ha logrado comenzar su estratégica recuperación económica, porque las personas pueden vacunarse en centros privados y no dependen solo del Estado para que los vacune.

Además es inaceptable que la gente tenga que hacer largas filas y hasta dormir en la calle, solo para que el Estado los vacune; como si se tratara de algún tipo de caridad, cuando una de las obligaciones del Estado, de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución Política, es garantizar y proporcionar un ambiente sano y ecológicamente equilibrado a las personas.

No es momento de hacer politiquería con la salud de la gente. El PAC no es el dueño de Costa Rica y el Ejecutivo tiene una obligación de gobernar tomando como norte los intereses públicos y nunca los partidarios.

Ya la revista inglesa, The Economist, de la semana antepasada, analizó cuál será la situación de los países y las líneas divisorias entre los países después de la pandemia, donde una de esas diferencias será precisamente quiénes fueron vacunados y quiénes no y esto va de la mano con la recuperación económica.

Vacunar a la población implica disminuir el gasto de atención médica por extensivos tratamientos contra el COVID-19, incluyendo la hospitalización. Vacunar a la población también genera como resultado la reactivación económica, porque las personas podrán tener más confianza de salir y satisfacer sus necesidades, sabiendo que ya están vacunados.

Vacunar a la población no es un lujo ni una caridad dada por el gobierno, sino una obligación adquirida por quienes decidieron optar por estar en la Administración Pública.

Se necesita un liderazgo claro y sin ideologías trasnochadas, donde se crea que el Estado es el único que puede resolver los problemas del país, facilitar a la medicina privada poder cooperar en el proceso de vacunación es un plus.

La Administración Alvarado Quesada ha demostrado su ineptitud e ineficiencia en no pocas ocasiones, pero cuando está de por medio la salud de la población, esto no debe continuar por este rumbo. Además, se necesitan personas que piensen en las próximas generaciones y no solamente en las próximas elecciones.

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