Mes de la Patria

Expresaba el maestro del patriotismo, San Agustín, que “la Patria es la que nos engendra, nos nutre y nos educa”; también mencionaba que “Vivir para la Patria y engendrar hijos para ella es un deber de virtud”.

Desde esta perspectiva, comprometámonos a que este mes de la Patria sirva para que cada ciudadano se ponga a pensar si realmente sabe responder a ese compromiso que implica el ser independientes, pues solamente podemos sentirnos orgullosos de decir que Costa Rica progresa en democracia, libertad y paz, cuando cada uno de nosotros, en el presente y en el futuro, seamos partícipes de los procesos de reconstrucción y engrandecimiento de nuestra Patria.

Este mes, llamado de la Patria, en el que celebramos el 198 aniversario de nuestra Independencia, es una buena ocasión para comprender que el ser independiente es mucho más que entonar: ¡Salve, oh tierra gentil! ¡Salve, oh Madre de amor!, en el hermoso canto de nuestro Himno Nacional; más que sumergirse en faroles, banderas o tambores, o más que tener la obligación de asistir a algún acto cívico.

Conmemorar la Independencia es el ejercicio de la capacidad de rememorar los momentos más significativos del pasado de nuestra sociedad, mediante el cultivo de la memoria y por la conciencia de la fuerza de los aciertos y los errores pasados.

Conmemorar, es transmitirles a las futuras generaciones, y al pueblo en general, una memoria común de fidelidad, orgullo y herencia por los principios de la libertad, justicia y soberanía que hagan de nuestra Patria una Nación más humana y generosa al asumir la independencia como ese símbolo de la nacionalidad y representación genuina de nuestra Patria.

Conmemorar nuestra vida independiente, desde nuestro presente, es reflexionar sobre el valor de la autodeterminación; el peligro de las luchas por intereses personalistas y la importancia de contar con un orden jurídico-social razonable y estable sobre el que se sustente el progreso de la Nación.

Pues aunque en la actualidad Costa Rica está enfrentando duros desafíos; al conmemorar este 198 aniversario de nuestra independencia, debemos hacer conciencia de que, ante las situaciones difíciles, hay que luchar con más unidad y fuerza para continuar siendo firmes en la sana construcción de nuestra Patria.

Por lo tanto, si queremos que nuestra Patria sea efectivamente democrática, pacífica y libre, debemos transformar esta conmemoración en un sentimiento por la verdadera democracia, la libertad, el respeto a los derechos humanos y una vida digna con paz y justicia para todos los costarricenses; la cual vaya más allá de una etapa cronológica para convertirse en una permanente fecha grabada en la historia de Costa Rica y en el corazón de sus hijos e hijas. 

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