El trabajo no remunerado en Costa Rica

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El trabajo no remunerado en Costa Rica
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Han pasado variados días de haber celebrado el Día Internacional del Trabajo, en el que se conmemoran las reivindicaciones laborales de la clase trabajadora pero no obstante sigue propicio reflexionar acerca del trabajo no remunerado en nuestro país.  

El trabajo no remunerado en su gran mayoría está a cargo de las mujeres y se concentra en las tareas domésticas y de cuido del hogar como cocinar, lavar y aplanchar la ropa, limpiar la casa, cuidar a los niños y a las personas mayores; entre otros otros desempeños todos fundamentales en la sociedad. No obstante estas tareas se realizan sin remuneración y de manera invisible. Estas personas no cotizan para la Caja Costarricense del Seguro Social, por lo que no tienen accesos a los beneficios sociales  de protección, como cualquier trabajador.

Según la Organización de las Naciones Unidas “Las responsabilidades y tiempo dedicado al hogar o al cuidado de personas dependientes, sin recibir remuneración alguna, restringe notablemente la posibilidad de las mujeres de contar con ingresos propios, de buscar opciones en el mercado laboral ya que tienen más dificultades para insertarse en el trabajo fuera del hogar, tienen menos tiempo para aprender, para el ocio,  para tener participación social y política , o el cuidado personal, tienen más obstáculos para avanzar en las carreras educativas y laborales, todo esto hace que se inserten más en el mercado  informal   sin  la protección social indispensable para la satisfacción autónoma de sus necesidades “

En Costa Rica según datos de   la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT), elaborada por Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) antes de la pandemia del COVID 19, señalaban diferencias significativas entre mujeres y hombres  con respecto al tiempo dedicado al trabajo doméstico no remunerado.

Las mujeres según dicha encuesta invierten más del doble del tiempo que los hombres al trabajo del hogar, con una marcada desigualdad, 36 horas semanales a éstas tareas, versus 13.5  horas de los hombres. En tiempos de pandemia debido al confinamiento es muy probable que estas diferencias se hayan incrementado.

La sociedad debe tomar conciencia del trabajo no remunerado, este debe dejar de ser invisible y desproporcionado, como una carga adicional para las mujeres; se tiene que  considerar  y valorarse  realmente como Trabajo y como un aporte esencial para la sociedad y para la sostenibilidad de la economía de cualquier país; se hace necesario dar un paso hacia adelante en su reconocimiento, dando el valor y el lugar que realmente merecen las tareas domésticas y de cuido.

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