Donación y trasplante de órganos en Costa Rica: Una decisión que da vida

En Costa Rica, la donación y el trasplante de órganos representan mucho más que un acto médico, son gestos de profundo amor y solidaridad. Cuando una persona dice “sí” a la donación, está brindando una segunda oportunidad de vida a una personal que lucha día a día por sobrevivir. Detrás de cada trasplante exitoso hay una historia de esperanza, de familias que recuperan a un ser querido y de pacientes que pueden volver a vivir con calidad, dignidad y plenitud.
Gracias a estos procedimientos muchas personas pueden reincorporarse al ambiente laboral, compartir con sus seres queridos y realizar casi el 100% de las actividades cotidianas con normalidad, la vida cambia por completo no solo para el paciente sino para su entorno familiar.
Durante el periodo 2018-2024, La CCSS logró registrar un total de 248 donantes efectivos, y solo en el 2024 se registran 31 donantes, lo cual representa un avance en la cultura de donación. Este esfuerzo colectivo permitió que se utilizaran 86 órganos viables en 2024, que se traduce en 44 trasplantes de riñón, 27 de hígado, 8 de corazón y 7 de pulmón, y lo positivo es que esta cifra no deja de crecer, para el año 2025 se ha aumentado la cantidad de donantes con un total a lo que va del año de 35 personas donantes.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en la semana del 16 al 20 de junio, en su compromiso por promover la cultura de la donación, realizará una campaña de sensibilización, iluminando sus edificios con color verde en honor a todas esas personas que han decidido dar más vida luego de la vida. Esta iniciativa busca reconocer la importancia de los donantes y, a la vez, fomentar el diálogo social sobre un tema que, aunque puede parecer difícil de abordar, es vital para miles de personas que esperan un órgano o tejido.
En nuestro país, el proceso de donación y trasplante está cuidadosamente regulado por el Ministerio de Salud. Se trata de un procedimiento complejo y protocolizado en el que intervienen múltiples profesionales de la salud en distintos centros hospitalarios, todos orientados a garantizar la seguridad, la transparencia y el respeto por los principios éticos y legales. A diferencia de muchos países donde esta alternativa no está disponible, en nuestro país contamos con un sistema público capaz de ofrecer esta opción de tratamiento, lo cual debe ser motivo de orgullo y agradecimiento.
Es fundamental que, como sociedad, perdamos el miedo a hablar sobre la donación de órganos. Muchas veces, las personas no saben cómo iniciar esta conversación con sus seres queridos, pero hacerlo puede marcar la diferencia. La voluntad expresada en vida es determinante. Hablarlo en familia garantiza que, llegado el momento, esa decisión sea respetada y se vuelva una realidad. Este acto de comunicación puede convertirse en un legado de vida y esperanza para quienes más lo necesitan.
La donación de órganos no es solo un gesto de altruismo, es una oportunidad para cambiar el destino de otro ser humano. Costa Rica cuenta con el talento, la infraestructura y la voluntad para hacerlo posible. Hoy más que nunca, es momento de informarnos, conversar y decidir dar vida después de la vida.
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