Consumo excesivo de antibióticos
El fenómeno de las bacterias cada vez más resistentes a los medicamentos, acelerado por el consumo excesivo de antibióticos, preocupa a las autoridades sanitarias mundiales, ya que tiene consecuencias mortíferas, aunque sean difíciles de estimar con precisión en este momento.
Cada vez que utilizamos antibióticos para atacar bacterias, las que les siguen son más fuertes, lo que hace cada vez más difícil enfrentarse a ellas, esta amenaza, según algunos, es más seria que la pandemia actual provocada por el sars-cov-2.
La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural. No obstante, se ve exacerbado por un consumo excesivo o inadecuado de estos tratamientos, por ejemplo, contra la gripe, que es de origen viral y no bacteriano. Los países desarrollados se dieron cuenta del problema hace veinte años y lanzaron olas de campañas públicas como, en Francia, donde se impulsó el eslogan “Los antibióticos no son la solución a todo”.
El consumo de antibióticos finalmente se estabilizó en muchos países llamados “del primer mundo” en la década de 2010. Pero siguen las preocupaciones en los países en vías de desarrollo, donde su uso aumenta fuertemente.
Según la Organización Mundial de la Salud “La resistencia a los antibióticos constituye en la actualidad una de las amenazas más graves para la salud mundial”. Con medicamentos menos eficaces, aumenta el riesgo de no poder curar una amplia gama de enfermedades bacterianas que suelen ser mortales, como la tuberculosis o la neumonía.
En la actualidad las autoridades sanitarias europeas estiman que 25 mil personas mueren cada año en los países que forman parte de la Unión Europea por la resistencia bacteriana y en los Estados Unidos la cifra de decesos anuales ronda los 35 mil.
Algunas proyecciones señalan que para el año 2050 las muertes relacionadas con este fenómeno podrían llegar a 10 millones a nivel mundial.
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