¿Qué hacer ante las guerras del mundo?

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¿Qué hacer ante las guerras del mundo?
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Las guerras han sido parte de la humanidad a lo largo de la historia. Lamentablemente representan la parte más violenta de nuestra naturaleza.  Se trata de sentimientos perversos. Obtener poder a través del dinero, la fuerza para oprimir a los débiles por ambición, dominio y hasta buscar esclavizar a los demás. 

Los pretextos para iniciar ataques bélicos son variados, entre ellos territorialidad,  religión, seguridad nacional o necesidad de obtener recursos naturales para la supervivencia. Razón por la cual constantemente escuchamos cuáles paises están en conflicto y cuáles viven con tranquilidad, con el ritmo del desarrollo y conviviendo en paz.

Al ver imágenes en los medios de comunicación de muertos, sangre, horrores de tortura, mujeres violentadas, niños heridos y abandonados, campos de refugiados con personas privadas de su país, y su origen su vida perdida duele el alma.

Es difícil ser indiferente ante la guerra. Nos preguntamos qué hacer a la distancia. Actualmente el problema de Rusia y Ucrania mantiene al mundo con un nuevo miedo y mucha tención, debido a los miles de inocentes que están muriendo.

Por otro lado y aunque no se diga tan explicítamente se experimenta temor por la amenaza de un caos mundial significativo, parecido al vivido en la segunda guerra mundial. Afloran con ello sítomas parecidos a los recien vividos por la pandemia del coronavirus; tales como, estrés, angustia, depresión y un gran desgaste mental.

Ahora tras la pandemia y preocupaciones económicas se requiere un segundo aire de esperanza, y para esto contamos con la bondad del alma, la solidaridad y el amor.

Auque suene paradógico ante la guerra hay que conectar con pensamientos positivos, y ser neutral. Esto ayuda a reconectar con la energía creativa y esperanzadora en lugar de pelear y enojarse con temas bélicos que no es posible intervenir ni cambiar.

Es preferible sacar un ratito al día para meditar o rezar para que esto acabe. Mandar luz a buenos y malos para armonizar. Entre más energía positiva rodee al planeta mejor nos vamos a sentir todos.

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