No más diagnósticos para desarrollar Limón

El último Informe del Estado de la Nación señaló que en la provincia de Limón la condición de pobreza es homogénea.  No es para menos este fenómeno se ubica en un 26.7% y se acompaña de violencia social, un 9.2% de desempleo, baja escolaridad entre otras condiciones. Lo paradójico es que la región tiene un alto potencial para desarrollarse y salir de esta condición vulnerable, aportar más al crecimiento económico del país y ser un ejemplo de cómo hacer bien las cosas. Su principal enemigo es la desidia institucional, el centralismo en la toma de decisiones y la misma incapacidad de los limonenses de definir la provincia que queremos.

En el Caribe todo funciona como islas, desde las instituciones estatales, la empresa privada, sectores productivos, academia, la ciudadanía y los muelles principalmente, los cuales no han logrado conectarse a la economía local e impulsar verdaderamente otras actividades.

Esa situación no puede repetirse con la entrada en operación de la nueva terminal de contenedores, todo lo contrario. Los recursos procedentes de su canon deben permitir un trabajo conjunto, estratégico y eficiente en la construcción de una visión de largo plazo para Limón, revirtiendo esa condición de islas hacia una cultura de resultados.

En esa dirección es importante que JAPDEVA apresure el paso en la formulación de la estructura que permita aprovechar, con los recursos económicos consignados en el canon, la atención de tres áreas estratégicas para la provincia: Turismo sostenible, agroindustria y servicios de apoyo logístico, para lo cual se necesita, según diversos diagnósticos, subsanar problemas estructurales como la implementación de planes reguladores, la disponibilidad de agua, la apertura de ventanillas únicas en las municipalidades, rellenos sanitarios e inseguridad, todos vitales para que estos sectores productivos avancen hacia su fortalecimiento y consolidación.

JAPDEVA debe informar claramente el detalle sobre los criterios de selección del fondeo de iniciativas, pasos a seguir, plazos de ejecución, si la ciudadanía organizada tendrá acceso a esos dineros, si la acogida de proyectos será proporcional a cada cantón de la provincia, si las iniciativas tendrán el visto bueno con solo un perfil de proyectos o si se requiere la factibilidad técnica, económica, social y ambiental. Que se aclare además, los costos en los que incurrirá la institución para poner en operación dicho canon.

Si bien esos recursos no vendrán a subsanar la totalidad de los problemas de la provincia, son una gran oportunidad para remozarla. Los indicadores ya no dan tiempo para más diagnósticos, no tenemos que inventar el agua tibia porque los limonenses ya sabemos desde hace rato dónde nos chima el zapato, que lo que ocupamos es voluntad, pragmatismo y visión para cambiar.

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