Mi primera carta al niño dios de este fin del 2017

Probablemente estés muy ocupado atendiendo millones similares, pero las mías no son para pedirte juguetes. Son para pedirte cosas buenas para mi amado país Costa Rica; ese mismo que has bendecido de tantas formas. Así que, si puedes, trata de darle prioridad a la mía.

Sin más preámbulo, quisiera pedirte que le abras el entedimiento a nuestro actual presidente. Como sabes, ya le quedan solo 6 meses antes de que abandone, ojalá para siempre, la presidencia de nuestro país. El asunto es que su gobierno está envuelto en uno de los escándalos por corrupción más grandes de los últimos tiempos llamado el cementazo -estoy seguro que hay otros más grandes, solo que aún no nos hemos dado cuenta o apenas los estamos intuyendo- y es por ello, y para que no todo se vea tan feo como se ve ahora, que te pido que lo hagas entrar en razón.

Él mismo dijo, ya hace como 4 años, durante su campaña que, por cuestiones de pérdida de confianza o similares, en Europa, un gobierno hubiera renunciado en pleno. Eso no sucede acá en Costa Rica, ni por asomo, pero creo que este presidente podría medio congraciarse con nosotros, y ser consecuente con sus decires de campaña, procediendo no a pedir, sino renunciar –despedir- de inmediato a varios de sus ministros, vice-ministros y allegados que se han visto envueltos en ese desmadre -disculpas lo coloquial- que, de nuevo, te recuerdo que se llama el cementazo. Estoy segurísimo que has escuchado ese nombre… así que me disculpas mi insistencia en recordarte como se le dice por estos lares a este entuerto.

¡Imagínate Niño Dios que a uno de sus allegados de mayor confianza, hasta le allanaron la oficina y hasta se dio el tupé de llamarlo -lo que hay que probar pero que todo el mundo sospecha- el «big chief»!

Otro, ha desaparecido hasta reportes de seguridad de la DIS, concernientes a un fulano que, todo parece indicar, se llevó entre las “patas” a toda la institucionalidad bancaria nacional y, de rebote, embarró a todo el mundo en este escándalo -te recuerdo: cementazo. Han salido como sospechosos desde diputados hasta magistrados, pasando por jerarcas del poder ejecutivo, incluyendo al mismo presidente, quien fue interrogado -de forma por demás ridícula y penosa- por una comisión legislativa conformada para investigar este caso. O sea, toda la institucionalidad republicana ha sido afectada, lo cual, como bien comprenderás, es extremadamente doloroso para todos aquellos que amamos esta tierra que, como dije antes, tanto has bendecido.

No quisiera hacer alargar más, que sé es larguísima, ya que te haré llegar otras en estos días pidiéndote otras «cosillas» y, la verdad, no quiero agobiarte. Así que, de forma puntual, te pido que hagas entrar en razón a nuestro señor presidente, para que despida a esos «funcionarios» de su «entera» confianza, que se han visto y están envueltos en este escándalo para que, de inmediato, sean encausados por nuestra muy tica «Dama de hierro». Digo, es que este pueblo lo pide pero él se niega a hacerlo. Tal vez, si lo hiciera, podría salvar un poquillo la dignidad de su envestidura.

Pos data: Si puedes, háblale al oido y dile que un gobernante que no escucha a su pueblo no esta legitimado para gobernarlo. Puede, eso espero, que te haga caso…gracias Niño Dios.

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