¡Honrar el orgullo de ser independientes!
La celebración de la Independencia es el momento en que, año con año, los costarricenses nos unimos para festejar la existencia de una nación única e independiente; esta fiesta es, por tanto, por y para Costa Rica, por y para nuestra Patria; por y para todos los costarricenses. Es un mes en el que avivamos nuestro compromiso cívico como ciudadanos, dentro y fuera de nuestras fronteras, máxime que este 2025 ya se cumplen doscientos cuatro años de vida independiente.
Por supuesto que dicha celebración emana una gran dosis de afectividad y pertenencia, ya sea por los vínculos históricos, sociales, culturales, ideológicos o emocionales que nos unen a la Patria. Ahora bien, pese a ese sentimiento de amor por la Patria, pareciera que este concepto, muchas veces, se ha quedado en simbólicas definiciones y las personas se limitan a vivir en su Patria, y disfrutar sus beneficios, sin verdaderamente honrarla.
Por ejemplo, ¿acaso nos cuestionamos qué significa realmente para nosotros la Patria y qué hemos aportado para dignificarla?, ¿qué implica el ser costarricenses y si estamos orgullosos de serlo?, ¿realmente somos ciudadanos que apostamos a la defensa de los valores patrios de la justicia, solidaridad, libertad e igualdad?; aún más, ¿estamos orgullosos de lo que nosotros le hemos aportado a Costa Rica?… O, simplemente, somos de quienes se limitan a criticar, a señalar, sin dar su aporte en la construcción de una mejor Patria.
Por ello, si verdaderamente queremos honrar a Costa Rica es que cada ciudadano contribuya al bien social; participar solidariamente en la vida política y comunitaria y no esperar a que todo lo resuelvan otros. Se trata no solamente de sentirnos parte de una Patria sino de esmerarnos en que ella se sienta orgullosa de tenernos como sus hijos, porque solamente podemos sentirnos orgullosos de decir que Costa Rica progresa en libertad y democracia, cuando seamos partícipes activos de los constantes procesos de engrandecimiento de nuestro país.
Es procurar desterrar la intolerancia contra algunos hermanos extranjeros; es frenar la mortal violencia vivida en las calles y hogares; es evidenciar esa corrupción que ha minado los principios éticos de nuestra sociedad; es apostar a una educación en valores, en fin, Costa Rica requiere de ese patriotismo por parte de todos para que, a través de nuestra forma en la que nos conducimos diariamente y de las contribuciones positivas que hagamos a nuestra comunidad, y a la sociedad en general, pongamos siempre en alto el nombre de nuestro país.
Por ello, por respeto y amor a nuestra Patria, comprometámonos a honrar, realmente, el orgullo de ser independientes, pero no solo cada 15 de setiembre, sino a cada instante de nuestras vidas.
¡Viva Costa Rica!
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