El robo de combustibles genera pérdidas al país y pone en riesgo a las personas, las comunidades y el ambiente

Panorama Digital
Panorama Digital
El robo de combustibles genera pérdidas al país y pone en riesgo a las personas, las comunidades y el ambiente
Loading
/

El robo de combustible es un delito que ha venido en constante crecimiento en los últimos dos años y que, más allá de las pérdidas económicas que le genera a RECOPE y los daños a una infraestructura que es estratégica para el desarrollo nacional; es un fenómeno delincuencial que tiene serias repercusiones en el medio ambiente y la salud de los pobladores de zonas aledañas al poliducto. Los combustibles que se derraman por el robo ponen en alto riesgo a las comunidades y son letales para los mantos acuíferos, la flora, la fauna y las tierras para uso agrícola.

 

En octubre de 2016, RECOPE evidenció una tendencia a variaciones negativas de producto junto con variaciones anormales en las presiones y flujos durante la operación del poliducto, en el tramo comprendido entre Limón y la estación de bombeo de Siquirres.

 

A partir de entonces, se inició un proceso de recorridos de inspección por las líneas de poliducto con las cuadrillas propias de la empresa, que permitió detectar varias tomas ilegales y obligó a buscar mejores sistemas de seguridad y herramientas tecnológicas para el control de las operaciones de trasiego de los productos.

 

Esta nueva actividad delictiva, al igual que ha ocurrido en otros países como México y Colombia, se ha desarrollado con rapidez y ha tomado mayores dimensiones, asociada al crimen organizado. Las acciones criminales han sido, cada vez, más frecuentes, más sofisticadas y en diferentes zonas del país.

 

El Poliducto es la columna vertebral del Sistema Nacional de Combustibles y une a los diferentes planteles de RECOPE, que va desde Moín, en Limón; hasta Barranca, en Puntarenas; y tiene un total de 533 kilómetros de tubería.

 

En conjunto las líneas del poliducto permiten trasegar diariamente, de 4 mil a 5 mil metros cúbicos de productos como diésel, kerosene, gasolinas y combustibles de aviación. La existencia de esta infraestructura evita el tráfico de 400 cisternas diarios por las carreteras nacionales y le permite ahorros al país en reparación de vías, riesgos de transporte de materia inflamable y ahorro al consumidor pues, ese transporte ya no está contemplado en la tarifa.

 

Preocupa sobre manera a RECOPE el inminente riesgo de que uno de estos actos delictivos pueda generar un incendio o explosión de grandes dimensiones, considerando que parte importante de las tuberías está sobre el derecho de vía de carreteras importantes como la Ruta 32 y la Ruta 1, así como, su paso por  zonas pobladas y propiedades de terceros.

 

Aunque actualmente RECOPE posee un sistema de alarma para la detección de fugas en los diferentes tramos del Poliducto y reforzó la seguridad y vigilancia de las tuberías, resulta hoy muy importante, hacer un llamado a la ciudadanía para que denuncie, inclusive de forma anónima, cuando note actividad delictiva o dudosa en la zona de paso del poliducto. Puede hacerlo llamando al 911, a la policía local o a RECOPE a los teléfonos 2550-3721, 2550-3627.

 

La participación ciudadana ha resultado muy efectiva en la denuncia de los robos de combustibles y nos ha permitido ser eficaces en la recuperación de combustibles y la coordinación con las autoridades.

 

La distribución de combustibles es un servicio público esencial, es deber de todos protegerlo.

Los comentarios están cerrados.