El Gobierno gastón, preocupado por el gasto

Panorama Digital
Panorama Digital
El Gobierno gastón, preocupado por el gasto
Loading
/

Es difícil sorprenderse del anuncio del señor Presidente de que nuestro país tiene problemas de liquidez, cuando su Gobierno aumentó el gasto público en más de un 34% en tan solo 3 años, y fue advertido de los efectos perversos que aquello causaría frente al déficit que recibió de las dos anteriores administraciones.
Es difícil comprender que se haya desaprovechado la coyuntura internacional favorable, que en el mismo período de 3 años propició una inflación acumulada de tan solo el 5%. No hay aumento en los impuestos que alcance para llenar ese vacío sin la reforma que se debe acometer. La consecuencia ha sido inevitable: El crecimiento insostenible de la deuda del Gobierno. Y los efectos son previsibles: Se limita nuestra posibilidad de crecimiento económico, y se dibuja una realidad que puede ser aún más grave.
Lo anunciado dramáticamente, no solo es tardío, sino que además carece de estrategia de largo plazo: el Gobierno debió haberse socado la faja desde mucho antes!. En su momento, debieron establecerse prioridades y no se hizo. Aquella es función básica de cualquier gobierno responsable. En cualquier caso, hay otras medidas más efectivas para lograr la contención del crecimiento del gasto, empezando por no reponer más que la mitad de las plazas que queden vacantes en el sector público; prohibir las recalificaciones de personal; y cortar todos los gastos de publicidad gubernamental, entre otras. La solución fácil será siempre seguir endeudándose para seguir gastando.
Sin embargo, el señor Presidente tiene en sus manos una solución sostenible de mediano y largo plazo: apoyar decididamente la Reforma para la Estabilidad Fiscal y Presupuestaria que hemos impulsado en la Asamblea Legislativa – el Exp. 20.179 -, y establecer así límites concretos, claros y precisos al déficit fiscal – 3% del PIB -; y al endeudamiento público – 60% del PIB -, que permita generar confianza en que las contribuciones de los costarricenses no serán dilapidadas. En cualquiera de aquellas circunstancias, entrarían en vigencia reglas de contención de los gastos ordinarios, y de sub ejecución presupuestaria, que serían de aplicación general, y el presupuesto nacional tendría que aprobarse con mayoría absoluta de los diputados.
Durante el último Gobierno de la Unidad se redujo sustancialmente el déficit fiscal que se creó en las últimas administraciones, por un manejo irresponsable del gasto público. Desde el 2014 propusimos una Agenda Legislativa Estratégica por la Responsabilidad Fiscal, en la que planteamos acciones para controlar el gasto público y poner límites a los privilegios. Ya logramos algunas medidas en lo relativo a las pensiones con cargo al Presupuesto Nacional, pero ese tipo de acciones deben complementarse con la aprobación de la reforma que hemos propuesto.

En todo caso, de no lograr su aprobación en lo que resta de este Gobierno, como prenda de mi compromiso personal con la sostenibilidad fiscal y con esos límites constitucionales al gasto y al endeudamiento público, señalo expresamente que de recibir el respaldo de la ciudadanía, el accionar de mi gestión presidencial se regiría estrictamente por esas disposiciones, que haremos realidad.

Dr. Rodolfo Piza Rocafort

Los comentarios están cerrados.