El flagelo de la inflación, el impuesto más injusto de todos

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El flagelo de la inflación, el impuesto más injusto de todos
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Recientemente el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC nos confirmó lo que ya veníamos sintiendo y resintiendo los costarricenses en nuestros bolsillos:  El Índice de Precios al Consumidor, IPC, había registrado una variación del 11.48% en julio de 2022, que al compararlo con el mismo mes del año anterior nos ubicaba ante la mayor inflación de los últimos 13 años, es decir la más alta desde el año 2009.  

La inflación es el aumento  sostenido en el nivel general  de precios que se calcula en nuestro país tomando como referencia una lista de  289 bienes y servicios seleccionados, por lo tanto, es un promedio de precios ya que no todos se comportan de la misma manera, por ejemplo, en este último dato, un 72% de los  bienes y servicios subieron de precio un 18% bajaron y un 10 % no presentó variación alguna;  de ahí que cada vez tengamos que gastar más para adquirir bienes y servicios más caros pero la misma cantidad de dinero en nuestros bolsillos.

Son varias las causas que provocan la inflación, las hay externas o importadas como suelen llamarlas y también internas, de ahí que existen varias vías de mitigación. Desde el Banco Central se ha indicado como parte de las variables externas:

“El aumento en la demanda mundial de mercancías, de insumos para su producción y de servicios de flete marítimo derivado de las restricciones aplicadas en la emergencia del COVID  19, la oferta por razones geopolíticas y climática de los hidrocarburos y producción agrícola, problemas en las cadenas globales de suministro, y el incremento de los precios de las materias primas en los mercados internacionales y de los costos del transporte marítimo, que impulsó al alza a la inflación internacional, situación que se acentuó a partir de febrero del presente año con la invasión de Rusia a Ucrania”.

No obstante, lo anterior, existen también diversas causas internas que impactan en la inflación y sobre las cuales se puede y se debe actuar, tales como, los costos de la electricidad y el control interno de precios en bienes y servicios. Ejemplo de esto es la   disparidad actual, según estudio del Consejo Nacional de Producción, que existe en los precios de algunas frutas y verduras en los supermercados versus las ferias del agricultor.

El Banco Central ha venido implementando como medidas de contención, a través de políticas monetarias, como el aumento en las tasas de interés, que si bien es cierto tiene como objetivo contrarrestar el aumento en la inflación, también repercute en las tasas de interés que se pagan sobre los créditos, lo que también afecta la cuota que pagan los costarricenses sobre sus préstamos y que podría repercutir en la morosidad de las entidades financieras y en la reactivación económica al reducirse la capacidad de consumo de las personas con créditos. Algunos economistas recomiendan al Banco Central dar un compás de espera y antes de continuar con las alzas de las tasas de interés para valorar el resultado de lo actuado a la fecha.

El  flagelo de la inflación nos afecta de forma directa a todos, no obstante, golpea mucho más fuerte a las personas con menor capacidad adquisitiva, generando consecuentemente mayores niveles de pobreza y de desigualdad; por lo tanto, se debe actuar con una visión y con un espectro más amplio, considerando tanto las causas externas como internas y la repercusión de las   acciones en las poblaciones más desfavorecidas.

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