Discurso de Odio; conozcamos nuestro verdadero enemigo

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Discurso de Odio; conozcamos nuestro verdadero enemigo
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Diagnosticar lo que ocurre actualmente en el mundo y en nuestra patria, es fundamental. El Discurso de Odio es utilizado como herramienta política para dividir, fragmentar o polarizar, a países, electores y opinión pública.

En la era de la Posverdad, no interesa mucho la veracidad de los hechos, sino el efecto manipulador que genera el apoyo de una posición previamente establecida y, por tanto, que es favorable a las creencias previas. O sea, se construye una “verdad”, a la medida de los intereses de un grupo.

La Posverdad es, una forma de argumentación que apela más a la emoción que al razonamiento; siendo un componente clave de esta, las noticias falsas o fakenews, que, aunque no son nuevas, hoy por medio de las redes sociales se difunden rápidamente y cuya intencionalidad, es el desinformar, engañar y agredir.

La pérdida de la centralidad de la fuente informativa en las redes sociales, permite que cualquier persona replique información y produzca contenido, sin tener que hacerse responsable, utilizando para esto perfiles falsos (troles). Lo que provoca qué, cuando una publicación apoya un debate en curso, rápidamente es replicada, produciendo una expansión en cadena. Esta viralización en la que se fundamenta las fakenews, gracias a la preconfiguración de los algoritmos, maximiza su sesgo. Las Fakenews son catalizadas a su vez, por otro elemento; las teorías conspirativas; mismas que, interpretan los hechos de la realidad con una lógica cognitiva, en donde, los hechos y la historia, responden al choque del bien y el mal. Construyendo así, mitos movilizanes, basados en los males que se ciernen sobre la humanidad.

Adama Dieng, ex asesor en prevención de genocidio de las Naciones Unidas en relación al Discurso de Odio, opina que: “las grandes masacres empiezan siempre con palabras y actos pequeños, nadie debe olvidar que el holocausto en la Alemania nazi, estuvo precedido del Discurso de odio, legitimado por Adolf Hitler”.

El Discurso de Odio, es una práctica de comunicación que propone una creencia dogmática injuriante sobre algún grupo, con el objetivo de:

  • Romper el debate, ósea, terminar con el intercambio de ideas.
  • Imponer una autocensura disciplinadora, que no da cabida a posiciones intermedias o conciliadoras, sino más bien, orientando al extremismo.
  • Motiva a otros al odio, promoviendo el rechazo o repugnancia radical, contra quienes va dirigido o quienes le adversan.
  • Imponer una agenda, establece dictatorialmente una interpretación sesgada de interés para quién utiliza el Discurso de Odio, sobre un hecho de la realidad o sobre un debate en curso.

El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres en mayo del 2019 presentó una estrategia para luchar contra el Discurso de Odio. En lugar de prohibir el discurso de odio como tal, el derecho internacional prohíbe la incitación a la discriminación, la hostilidad, la violencia y la incitación. Se considera esta narrativa, como una forma de expresión muy peligrosa que, tiene por objeto explícito y deliberado dar lugar a discriminación, hostilidad y violencia, que puede llegar hasta asesinatos. Para Guterres: “el Discurso de Odio, se ha convertido en una de las formas más habituales de extender una retórica divisoria a escala mundial, poniendo en peligro la paz en todo el mundo.”

La Asamblea General de la ONU, acordó el 21 de julio del 2021, celebrar el 18 de junio de cada año el Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio. Fecha que conmemoramos precisamente, hoy.

La idiosincrasia costarricense, pacifista y solidaria, nunca debe dar cabida a la violencia. Rescatar nuestras raíces y rechazar las narrativas que pretenden dividirnos, es nuestra responsabilidad. Debemos promover el pensamiento crítico, el respeto a cada individuo, la tolerancia, el pluralismo, la empatía y la no discriminación; para contrarrestar esta narrativa que incita al odio.

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