Del escándalo de la UPAD al fiasco de las pruebas FARO

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Del escándalo de la UPAD al fiasco de las pruebas FARO
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“La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado.”, Charles Maurice de Talleyrand.

El gobierno PAC del Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, no contento con el espionaje realizado a los ciudadanos a través de la Unidad de Análisis de Datos -UPAD-, se atrevió a realizarlo por segunda vez. En específico a los estudiantes de primaria de este país.

Lo ocurrido con las pruebas FARO a todas luces representó un atropello para estos jóvenes estudiantes y sus familias.

Este gobierno, a través del Ministerio de Educación Pública -MEP-, demostró su incapacidad para dar una buena y efectiva educación a los miles de estudiantes de escuelas y colegios, durante la pandemia, contribuyendo a ampliar el rezago educativo y la brecha de aprendizaje.

No contento con eso, a través de las pruebas FARO sometió a los estudiantes a un extenso y cansino cuestionario, que no tenía relación con los conocimientos aprendidos, sino de índole socioeconómicos de ellos y su núcleo familiar.

Un claro acto de hurgar, invadir y violentar la vida privada de esos jóvenes y sus familias. El fiasco de las pruebas FARO no solo lleva implícito un acto vil de querer espiar la vida de niños, sino que tuvo un  costo en el erario público que superó los 2 mil 300 millones de colones. Recursos necesarios para otras necesidades de las ya alicaídas finanzas públicas provocadas por una mala gestión del presente gobierno.

En momento de crisis, en momento de hueco fiscal no es posible que se dilapiden de esta manera los fondos públicos y más grave aún. Se abuse vilmente de la intimidad de los niños.

Lo ocurrido, no debe quedar impune, aunque sus responsables huyen o se ocultan cobardemente con el fin de evadir las consecuencias de sus actos.

Nuestra memoria no debe olvidar que hace algunos años en el primer gobierno PAC. El MEP firmó un convenio educativo con el gobierno de Cuba. Ese tipo de influencias pueden ser peligrosas para un país que nunca ha apostado por un adoctrinamiento ideológico propios de países de izquierda.

Lo ocurrido con las pruebas Faro no debe pasar desapercibido u olvidarse. Debe servir para que nunca más este tipo de acciones sean llevadas a cabo y con la utilización de fondos públicos.

La presente administración ha demostrado con sus acciones que es un gobierno de imposiciones, un gobierno tirano, un gobierno dictatorial que a lo largo de su gestión

Costarricenses pongamos atención y no dejemos pasar lo ocurrido con las pruebas Faro. No olvidemos; nada más por qué la ministra de Educación renunció. En este caso se debe llegar hasta las últimas consecuencias y sentar responsabilidades. Sólo así lograremos crear un precedente para que esto nunca más se repita.

Las responsabilidades del fiasco con las pruebas Faro no es exclusiva de la ahora ex ministra Guiselle Cruz Maduro.

Como Diputado de la República es mi deber llegar a esclarecer todos los hechos y responsables que mediaron en este atropello a la intimidad de miles de niños y jóvenes junto a sus familias.

Por ello impulse una moción de censura contra la ministra Cruz Maduro, no obstante, con su renuncia al cargo quedó sin efecto. Ahora, será la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, de la cual soy miembro, la que pedirá cuentas a jerarcas y exjerarcas que llevaron al fiasco las pruebas FARO.

Seamos firmes no dejemos y no renunciemos a que se nos violenten nuestros derechos constitucionales. Porque como decía el escritor y dramaturco, Milan Kundera : “La persona que pierde su intimidad lo pierde todo. Y la persona que se priva de ella voluntariamente, es un monstruo”.

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