Costa Rica necesita familias jóvenes y sin violencia
La doctora Olga Arguedas, directora del Hospital de Niños, se ha quejado con agrura, de la cantidad de niños que se conocen, en diferentes centros de salud, por recibir actos de violencia en sus hogares o ambiente de residencia. También en un novedoso informe, se han detectado castigos contra los niños, en materia alimenticia o de otros maltratos.Esto basta ya. No más.
Las acertadas opiniones de la doctora Olga Arguedas, orientan en algún sentido sugerencias positivas, para resolver el problema. Pero las soluciones de la violencia centrada en los niños , están mas allá del Ministerio de Salud y del Hospital de Niños: están, en el urgente proceso educativo, de las presentes y futuras familias de Costa Rica.
Allí esta la deriva que llega a la violencia. Su solución es formar generaciones de entendimiento, y profundo diálogo familiar.
Entiendo, que al Ministro de Salud le interese el tema. Pero no entiendo, como desea generar lucha contra la violencia infantil, si por otra parte, esta provocando la aprobación del aborto impune, con su equipo de trabajo, que genera violencia contra seres humanos indefensos en el seno materno.Me pregunto:O estamos contra toda violencia, o estamos provocando violencia en el seno materno, irrespetando el derecho a la vida de todo costarricense. ¿He aquí la duda que causa un terremotos en muchos corazones?
Los costarricenses tenemos que hacer un frente, contra la violencia de todo genero, pero sobre todo para la que existe contra los niños, tratando de formar positivas virtudes en las familias.
La formación de las familias jóvenes para el matrimonio, es un valor de primera importancia, para lograr un mayor entendimiento, respeto y diálogo familiar.
El tema adjunto o anexo, que la política de salud debe entender , que Costa Rica no puedo convertirse en una nación de la tercera edad únicamente . Política de salud es también generar familias jóvenes y numerosas, pues este país no puede ser un nación decrépita, sin vigor joven.
Necesitamos el liderazgo y la alegría de las familias jóvenes, así como el aporte de las sonrisas, ideas e iniciativas de los miembros de la tercera edad, que políticamente deben ser escuchadas.
Nos urge la felicidad en ambas parte de la pirámide poblacional, pues el crecimiento de las familias numerosas es una riqueza nacional, que debemos apoyar política y socialmente, como lo hacen hoy diferentes naciones.
Sobre esto podrán existir diferentes opiniones. Pero la realidad es que se necesita un crecimiento poblacional, con políticas familiares solidas, en construcción de hogares, fuentes de trabajo y proyectos solidarios de salud. Los datos sobre en envejecimiento en nuestro país han quedado claras en los informes del Estado de la Nación.
Esto es un proyecto, que debe enfocarse con la debida seriedad y con claridad, pues el asunto de la violencia en el ámbito familiar, no es una buena señal ,pero a la vez permite revertir los aspectos positivos , si generamos la formación de todos, a la hora de crear hogares con una visión de paz.
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