Papa León XIV critica el modelo económico actual
En una de sus primeras intervenciones públicas como líder de la Iglesia Católica, el Papa León XIV sorprendió al mundo con una contundente crítica al modelo económico imperante. Lejos de limitarse a mensajes espirituales o institucionales, el pontífice decidió poner el foco en un tema tan urgente como polémico: el funcionamiento de la economía global y su impacto en los más vulnerables.
Durante su homilía inaugural el 18 de mayo pasado, León XIV denunció que el modelo económico actual «explota los recursos de la Tierra y margina a los más pobres». Advirtió que este sistema prioriza la acumulación de riqueza en manos de unos pocos, mientras excluye a millones de personas y degrada el ambiente .
Aunque llama la atención que, siendo esta una de sus primeras declaraciones, el Papa haya decidido referirse a la economía esto no es casual. La elección de este tema evidencia su voluntad de situar a la Iglesia en el centro de los desafíos contemporáneos. En un mundo marcado por la polarización, la injusticia social y la degradación ambiental, León XIV parece decirnos que la fe no puede estar desconectada de la realidad. Que hablar de Dios también implica hablar de las condiciones materiales en que vive la gente.
El mensaje del Papa retoma una larga tradición de doctrina social de la Iglesia, pero con un tono más directo y urgente. Siguiendo los pasos de Francisco y otros predecesores, León XIV recuerda que la economía debe estar al servicio del ser humano, y no al revés. Que los bienes de la creación son para todos, no solo para unos pocos.
En tiempos de crisis, donde muchos cuestionan los fundamentos del sistema actual, la voz del Papa resuena como una llamada ética a repensar nuestras prioridades. ¿Qué significa prosperar? ¿A costa de qué o de quién lo hacemos? ¿Y qué responsabilidad tenemos como sociedad global ante la pobreza y la exclusión?
El mensaje de León XIV es claro: no puede haber paz ni verdadera espiritualidad mientras haya hambre, desigualdad y explotación. Y por eso eligió hablar, sin rodeos, sobre la economía. Porque sabe que, en el fondo, lo que está en juego es el valor de la vida misma.
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