¿Qué esperamos los costarricenses?
Esperar, virtud que se funde en un abrazo con la esperanza, paciencia y perseverancia, esperar lo mejor en el 2018, año de elecciones. Ese esperar, es señal inequívoca de los costarricenses, aún no hemos perdido la fe en la democracia, en las instituciones y los funcionarios elegidos por voluntad del pueblo, al ejercer el sagrado derecho al sufragio.
Con esto no se puede afirmar que el honor, las decisiones atinadas y la eliminación de los intereses creados, sean lo que mantiene viva en la conciencia ese anhelo generalizado de la población, por una Costa Rica próspera, con justicia social y una legislación en pro del bienestar de las mayorías y la institucionalidad jurídica.
Un famoso escritor y amigo Alajuelense, don Alfredo Ulloa Peñaranda en uno de sus escritos, describió a nuestra querida patria, “como una preciosa quintica que Dios eligió para pasar sus vacaciones”. Desde esa perspectiva es fácil entender que somos privilegiados y la patria la construimos todos, mas no es casualidad el hecho que nos sublima en el escenario mundial, como un país a la vanguardia de la democracia, garantías sociales, la defensa de la paz y los valores, en un panorama global epiléptico por demás, producto de tanta guerra e injusticia.
La flama que mantiene viva la fe y esperanza por una Costa Rica mejor, no lo es el mal ejemplo de algunos sonados casos en las últimas administraciones, esa flama viva, es la herencia de muchos de nuestros honestos antepasados que enseñaban amar todo lo nuestro, a no ser siervos menguados y defender los valores con la frente en alto, con “el brazo nervudo y pujante” en señal de que por aquí, no pasará inadvertida la demagogia, la corrupción, la impunidad y los intereses creados.
Hoy el costarricense es analítico, preparado y conocedor de la realidad nacional, no es fácil engañarlo con cuentos fantasiosos y demagogia tradicional. Las falsas promesas y trilladas dramatizaciones, dejarán de surtir efecto positivo en el resultado electoral, Hoy la diferencia la marcará los planteamientos serios, acordes con la capacidad de ejecución, el desarrollo honesto de las funciones públicas, y algo que tomar muy en cuenta; es que ya los ciudadanos saben quién es quién.
Costa Rica merece y espera con la “lucha tenaz de fecunda labor” gobernantes proactivos, honestos y sabios en sus decisiones, Costa Rica espera calidad, mística y ética en sus gobernantes, Costa Rica espera respeto y cumplimiento a los propósitos y proyectos prometidos. Los costarricenses esperamos no ser engañados.
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