Nuestra situación nacional exige acuerdos de cara a la población.
Un pacto social avanzado y un sobresaliente comportamiento ambiental fundamentan la convocatoria, la constitución de la nación costarricense. Los retos del día son preservarlos y con ellos la cohesión del país. Estos retos deben enfrentarse en tiempos de una insuficiente gobernabilidad, alto fraccionamiento de los partidos políticos, elevados malestar y desconfianza ciudadana en un contexto de una situación fiscal apremiante.
El país no hace responsable a un partido, sino al sistema político en su conjunto. Sabe, por ejemplo, que el partido del actual gobierno tiene solo una segunda minoría en la Asamblea Legislativa. Entonces, ¿será necesario repetir los viejos pactos que llegaron a acuerdos? Estos pactos fueron satanizados por amplias mayorías de ciudadanos, no por ser acuerdos sino porque contenían y se hacían para implementar políticas que no favorecían la equidad, la inclusión social, el bienestar de toda la población.
Los hechos hablaron elocuentemente por sí solos en estas ya largas décadas: Hoy tenemos una sociedad con más capacidades humanas pero que lleva más de dos décadas de estancamiento de los niveles de pobreza según ingreso, tiene un alto nivel de desempleo y subempleo, y se topa con una creciente desigualdad en el reparto de riqueza, ingresos y poder.
Es innegable la necesidad de un acuerdo político pero con un signo distinto y con un propósito que responda a los fundamentos nacionales, especialmente al bienestar de toda la población.
Entre los partidos representados en la Asamblea Legislativa se gestó a principios del 2016 un llamado y respuesta a esta necesidad de romper con la inercia e iniciar acuerdos en asuntos importantes y con proyección constructiva de largo plazo. El Acuerdo Nacional entre partidos con representación legislativa inició a fines de Octubre de 2016 con un acto solemne y con la selección de una mesa facilitadora de dos integrantes, quienes escribimos este comentario.
A mediados de Noviembre del 2016 la siguiente visión fue acordada: Propiciar una nación más prospera en términos económicos; más equitativa y de alto progreso social; solidaria entre sus ciudadanos y sectores; moderna y competitiva ante la economía global; con gobernabilidad democrática y fuerzas políticas que dialogan con fluidez y transparencia en función de los objetivos superiores de la nación.
Luego de meses de arduo trabajo el entendimiento se abrió paso: En Junio del 2017 fue anunciado el Acuerdo Nacional de los partidos representados en la Asamblea Legislativa: 59 acuerdos, en 11 temas de gran relevancia.
Este acuerdo tiene al frente graves y grandes retos: la inclusión de otros partidos no representados legislativamente, la incorporación de la sociedad y el cabal cumplimiento de los acuerdos por parte de los partidos, según el compromiso.
El acuerdo es una oportunidad. Costa Rica enfrenta hoy y en los años y lustros que siguen, retos globales, regionales, tecnológicos, sociales y ambientales sumamente exigentes. No nos podemos dar el lujo de posponer decisiones que le permitan al país avanzar con paso firme, con todos los costarricenses y sus representantes políticos unidos frente a retos comunes que requieren de nuestro mejor esfuerzo.
Terminamos con una palabras de agradecimiento: La radio- ese plural y magnífico medio de comunicación- ha sido eco del Acuerdo Nacional en múltiples ocasiones dando a conocer asuntos de interés., hoy por medio de la difusión generosa de este comentario.
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