Lo que fue y lo que vendrá
Acontecimientos del mundo han sido muchos. Algunos no quisiéramos recordarlos, como la guerra de Siria, las migraciones, el hambre y la pobreza, las armas químicas y de muerte de niños y adultos, el narcotráfico, el asesinato de periodistas, la situación infrahumana de Venezuela, la corrupción mundial, la propagación del sida, la violación y muerte de mujeres, la difusión de la posverdad (engaño, falsedad, mentira) en reemplazo de la autenticidad, el calentamiento global, el menosprecio de la vida, y tantas cosas más. Sin embargo, seguimos viviendo, pues el bien vence al mal. Un ejemplo viviente es el bienestar alcanzado gracias a los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos alcanzados por hombres y mujeres que trabajan arduamente por el bien material, cultural y espiritual del género humano.
Si el mundo retrocede, también avanza. No nos quedemos en los males, sino en los triunfos, en la lucha por la vida, por alcanzar la plenitud del hombre y el equilibrio ecológico del mundo, no su destrucción. Mal y bien en el hombre actúan libremente. Escojamos. Seamos positivos: muchas de las aportaciones científicas y tecnológicas del desarrollo humano son dignas de aprecio por su contribución al bienestar de la humanidad. Otras aportaciones, en cambio, no se ajustan ni respetan la integridad de la persona. Falta desarrollar y universalizar una cultura acorde con tales avances. Pero primero está el respeto a la vida, la primacía de la persona y la defensa y protección activa de sus valores humanos y espirituales, a fin de que tales descubrimientos y avances no se aparten del bien propio del ser humano.
¿Y qué vendrá a nuestro país con el nuevo Gobierno? Primero lo usual en nuestro medio: las presiones de distintos grupos más firmeza en las respuestas rápidas y concretas, típicas de una administración que se perfila pronta y activa, no pasiva y vacilante. Así lo ha ofrecido el nuevo mandatario conforme a la voluntad de casi el 70% de los votantes. En la historia política reciente, nunca una segunda ronda electoral había obtenido tal número de sufragantes, ni una lección política como la dada por los contendientes: coordinar sendas fuerzas legislativas en pro del país.
El joven Presidente le ha cursado al país una calurosa invitación: ser ciudadanos más activos y emprendedores. Lo cierto es que vendrán siempre tiempos de realizaciones. Ojalá sea esté incluida la promoción de obras público-privadas, y que, así, el Estado suelte sus amarras y sea posible atender tantas necesidades como tiene el país.
Finalmente, cada uno podrá contar lo pasado, lo que fue y lo presente de muy distinto modo; pero lo cierto es que unos y otros tendremos el mismo Presidente y un hito socio-político pletórico de buenos propósitos, reforzados por una nación como la nuestra, amiga de la paz y la justicia, el respeto y la amistad.
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