Evolución de la impresión 3D

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Evolución de la impresión 3D
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Esos audífonos por los que nos está escuchando es probable que formen parte de la “revolución de la de la impresión 3D”

 Conocida también como fabricación aditiva, la impresión 3D consiste en construir capas de material, sobre todo plástico, metal o resina, y unirlas, hasta que finalmente se tiene el producto terminado.

Cuando la impresión 3D emergió hace 20 años, sus impulsores prometieron que revolucionaría muchas industrias. Y sus promesas hoy se están cumpliendo.

 Por ejemplo, en el sector de la odontología, ha reducido el tiempo que toma fabricar coronas y puentes, además de hacerlos con más precisión. A mayor escala, Boeing está utilizando piezas impresas en 3D en sus naves espaciales, aviones comerciales y de defensa. Hay incluso una impresora 3D en la Estación Espacial Internacional, donde se utiliza para fabricar repuestos.

Pero hay muchas aplicaciones que se encuentran en fase experimental que han surgido de la impresión 3 D. Por ejemplo, Nova Meat, una empresa basada en Barcelona, presentó recientemente bistecs vegetarianos hechos a base de arvejas, arroz, algas y otros ingredientes.

 La impresión 3D permite que los ingredientes pueden colocarse como filamentos cruzados, un formato que imita el de las proteínas intracelulares en las células musculares.

Los resultados han sido tan positivos que sus dueños dicen que para el años que viene, es posible que los restaurantes puedan imprimir, ellos mismos, sus propios filetes.

 Y como veíamos con la odontología, uno de los campos más emocionantes para la impresión 3D es la medicina. Desde hace un tiempo, se han estado imprimiendo prótesis en 3D, a una fracción del precio en comparación con las prótesis tradicionales.

También es muy sencillo personalizarlas para la necesidad de cada paciente. De hecho, a comienzos de año, a un gato que había perdido una pata se le puso una prótesis de titanio impresa en 3D.

 Hasta los medicamentos pueden fabricarse con esta tecnología, y esto es algo particularmente útil para tratar a niños, que necesitan dosis más bajas que los adultos.

El año pasado, el equipo del Centro de Investigación Clínica de Medicina Experimental del Reino Unido se convirtió en el primero en el mundo en darle un remedio impreso en 3D a un niño. Otros investigadores están trabajando en la creación de medicamentos personalizados para cada paciente.

 Pero quizás, el trabajo más extraordinario que se haya hecho en impresión 3D es la creación de órganos humanos. Sobre eso le hablaremos mañana.

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